lunes, 12 de agosto de 2013

Un fantasma colado en Recursos Humanos

Estimados colaboradores,
Les comparto un interesante articulo por demás pintoresco que nos deja un importante mensaje. Escuchar, saber leer entre lineas y rasgar un poco más la superficie de la realidad tal como se nos presenta, y fundamentalmente tener presente en nuestras decisiones las emociones de nuestros trabajadores.

Imperdible!



La Gestión del Fantasma Organizacional
Por Lucas Alejandro Rial

Las historias de fantasmas cuyos espectros deambulan por las instalaciones de una fábrica son aún más viejas que incluso el surgimiento mismo de las fábricas. Si existiese algún dato, estoy seguro de que al día siguiente post-revolución industrial se ha detectado la primera manifestación de un espíritu atrapado en el mundo terrenal cuya única misión es azotar la estabilidad emocional de todo operario de una planta productiva que realiza trabajos en turno nocturno, como si eso ya no fuese suficiente castigo. He oído 1000 historias al respecto, de las cuales 999 he olvidado; pero una la recuerdo con lujo de detalles dado que dicha historia es una poderosa combinación entre lo absurdo, ridículo y bizarro. ¿La historia tenía esos adjetivos calificativos? No, para nada, la historia parecía la mejor versión de un relato de Edgar Allan Poe; lo absurdo, ridículo y bizarro fue la respuesta de la empresa ante esa situación.
Ocurrió hace unos pocos años atrás. Me encontraba asesorando a una empresa de manufactura. Un día como cualquier otro, apenas ingresaba, me entero de una especie de revuelta popular que se había gestado por parte de un grupo de personas que trabajaban en los depósitos de la compañía: Habían tenido la visita de un fantasma recorriendo los pasillos del producto final estibado durante la jornada habitual de 22:00hs a 06:00hs. No solo eso, sino que también el ser espiritual no tuvo una aparición esporádica, sino que se estuvo el tiempo necesario como para observar la gran cantidad de mercadería emulando a cualquier supervisor taylorista. Pero aún hay más: el fantasma se tomó el atrevimiento de flotar en el aire y descansar sentado en la cima de uno de los pallets del depósito y desde allí mirar fijo a los ojos a cada operario que cumplía con su deber. Y por si esto fuera poco, el colmo llega a su climax cuando uno de los operarios obtuvo un registro fotográfico de la entidad desconocida. Sí, sí!!! hay fotos!!! un trabajador con cámara incorporada en su smartphone disparó en el momento en que una mujer vestida de novia con apariencia espectral escalaba una pila de pallets del depósito. ¿Una señora despechada? ¿Una ex-trabajadora? ¿Una antigua propietaria del terreno?...los rumores e hipótesis comenzaron a desparramarse a un ritmo sin precedentes ya que en 30 minutos la información sobre la visita paranormal se había regado en toda la planta cuando en realidad, informarse sobre la productividad, ausentismo, devoluciones o temas realmente importantes, demora mas de un mes (si es que llega en algunas ocasiones).
Las burlas y risas fueron apagándose en el momento que el personal del depósito que había experimentado la manifestación "del más allá" lanzó su innegociable determinación: "No trabajamos más de noche". Pues entonces llegamos al fondo de la causa, las sospechas sobre un montaje con el objeto de no trabajar en turno noche salieron a la luz. La empresa, como muchas de las que he conocido, decidió atacar el medio y no solucionar el fin para arrancar el problema de raíz. Si alguien no quiere trabajar, es porque alguien le esta dando motivos para no trabajar; si alguien no tiene compromiso, es porque alguien no esta generando compromiso. Esta compañía hizo caso omiso a sus graves faltas de motivación, comunicación y clima organizacional entre el personal y encaró un camino de negación de sus problemas internos. En una virtud de "falacia ad hominen", y de la manera mas graciosa posible, la empresa se encargó de matar al mensaje y no solucionar la causa que originó el mensaje: Envío una copia de la fotografía tomada a un estudio de diseño para determinar si la foto era falsa o verdadera. Como era de suponerse, la foto era falsa, fue todo un truco y una historia inventada, la foto estaba manipulada digitalmente de una manera casi imperceptible. Estabamos frente a una obra maestra del Photoshop. Por los antecedentes cargados en los legajos, vinculando las personas que se encontraban en pie del reclamo, se pudo determinar quien había sido el responsable de semejante obra de arte. La empresa necesitaba enviar una advertencia para evitar a futuro lo que ellos suponían un acto de indisciplina y reestablecer el orden, de esta manera, seguir en la senda del conformismo y no admisión de sus potenciales fuentes de conflicto, por lo cual, mediante decisión cuasi-automática, despidieron al autor material del hecho. Cuando un hacker ingresa a los archivos del Pentágono y los revienta en 50 mil pedazitos, el mismo Pentágono lo termina contratando; cuando esta organización tiene frente sí un potencial recurso para el uso de herramientas comunicacionales en versión digital, lo despide. Inconscientemente, esta empresa nos esta diciendo que los del Pentágono son infradotados.
Las personas pasan 1/3 del día en el trabajo. Durante todo esa tiempo sus emociones están en juego. Es mas fácil resolver situaciones adversas en el trabajo del día a día que realizar un trabajo de Photoshop desde cero (realmente complicado tratar de modificar una imagen en PC). Si un grupo de trabajadores opta por esta segunda medida, su estado emocional no esta en condiciones para realizar la primera, única forma que representa la productividad empresarial. Negar una realidad y tratarlo como un hecho aislado y fortuito es querer tapar el sol con el dedo. Proveer condiciones estimulantes de trabajo es una obligación organizacional en la búsqueda de la mayor rentabilidad posible.


Por Lucas Alejandro Rial
Publicado por Federico Wasinger

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos importa que pensas. Dejá tus comentarios!