lunes, 24 de febrero de 2014

No confío en mí mismo como líder, publicado por Federico Wasinger

Los líderes del futuro no guiarán dictando cátedra desde el frente. Tampoco lo harán empujando desde atrás. Liderarán desde el centro, desde su propio ser.

Es notable la cantidad de personas disconformes en diferentes ámbitos con sus superiores, ya sea con sus jefes en sus trabajos, en instituciones educativas, o incluso con los líderes políticos. También se ven con frecuencia líderes de equipos que tienen dificultades en la obtención de los objetivos pautados. La mayoría no tiene claro algunas premisas fundamentales a la hora de manejar al personal a cargo, cómo inspirarlos.

Aún impera un viejo comando de control, de estilos de liderazgos inflexibles, autoritarios, que se manifiestan en encuestas de bajos niveles de satisfacción y magros desempeños en las organizaciones y los negocios.

Aquellos que han logrado instalarse como líderes que realmente motivan e inspiran son personas que a todas luces emanan un espíritu de cooperación y compasión. Líderes que logran llegar al corazón y mentes de sus seguidores. Este tipo de liderazgo promueve mayor compromiso, creatividad, desempeño y cambios positivos en las personas. Son más creíbles, honestos y bien intencionados.

Cultivar las siguientes premisas resulta fundamental para el desarrollo de líderes que estén a la altura de los requerimientos actuales de las organizaciones:

1. Conciencia: detenerse, parar la marcha y observar hacia dónde se está yendo. Quién se está siendo y qué mensaje transmitimos al mundo con nuestro accionar.

2. Introspección: mediante un profundo ejercicio de autoconocimiento generamos una mayor conexión con uno mismo y, en consecuencia, con los demás.

3. Mindfulness: prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación, sin juzgar, aprendiendo a relacionarnos de forma directa con aquello que está ocurriendo en nuestra vida, aquí y ahora.

4. Escucha: profundizar la escucha genera claridad, sintonía y empatía con los demás.

5. Comprensión: los grandes líderes tienen un profundo conocimiento de la condición humana y encaran los desafíos de una manera positiva, pacífica y considerada.

6. Amor / Compasión: logran tocar el corazón y mentes de los demás, únicamente transmitiendo amor y trabajando desde el corazón.

7. Conectividad: conectarse con las personas, creando puentes, de una manera auténtica.

8. Aceptación: lo importante no es lo que nos pasa, sino qué hacemos con ello.

9. Empoderamiento: correrse del protagonismo para ofrecérselo a los otros.

10. Coraje: hacer el ejercicio de conocerse a sí mismo, centrándose en el ser, sus valores, la misión que tiene cada uno en este mundo.

Fuente: La Nación.